🥛✨ Cuidando el frasco de tus búlgaros de kéfir
El frasco no se lava tanto porque dentro viven microorganismos vivos (bacterias y levaduras del kéfir). Estos microbios se benefician de un ambiente estable: si limpias demasiado o usas productos fuertes, eliminas parte de ellos.
La leche fermentada que queda en el frasco es un reservorio de bacterias y levaduras, así que no queremos eliminarlas. 🦠💛
En resumen: menos limpieza → microbios más equilibrados → mejor fermentación. 🌿🥛
Cuando cuelas tus nódulos de kéfir para pasarlos a leche nueva, hay algunas reglas simples que hacen que la fermentación sea más eficiente y saludable:
1️⃣ Después de colar los nódulos
El frasco normalmente solo tiene restos de leche fermentada.
No hace falta lavar el frasco cada vez. 🦠💛
Los microbios que quedan en el frasco son tus aliados: ayudan a la próxima fermentación a ser más rápida y equilibrada. 🌿✨
2️⃣ Cuándo sí lavar el frasco
Si el frasco está muy sucio: restos secos pegados, manchas o mal olor. 🧽⚠️
Solo entonces conviene hacer una limpieza suave, con agua tibia o un cepillo suave. 🚰
Evita jabón fuerte o químicos agresivos, porque matan los microbios buenos. ❌🦠
3️⃣ Beneficio de no lavar demasiado
Mantienes el equilibrio entre bacterias y levaduras, evitando que las levaduras crezcan demasiado y el kéfir quede muy ácido o gaseoso. 🌡️🥛💨
Los nódulos permanecen fuertes y activos, listos para fermentar leche nueva de manera óptima. 💪💛
💡 Tip rápido:
> “Menos limpieza, más microbios felices 🦠😊 → kéfir cremoso, equilibrado y delicioso 🥛💚”

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